18/6/22

Poema de Fernando Gabriel Caniza

 


Todo en su medida 


Hay hervores en el barrio, no se sabe muy bien el origen,

podrían ser fumatas  juveniles o un caldo de cultivo.

Hay hervores en el barrio, ¿es humo o es bruma?

No se cuecen habas y el mate, desde hace un 

largo rato está fungiendo entre manos curtidas, 

a pocos metros de basurales en el tercer 

anillo industrial (de lo que fue o conocimos). 

El agua está a punto, calienta con ganas

los paladares no se quejan, siguen la costumbre. 

Un paquete de yerba y pocos panes repartidos en

trozos iguales, algunos dulces y miradas compañeras.

Los perros, con su descarnada paciencia orillera, se 

aparecen detrás de unas gomas, en trance, caminan 

en fila siguiendo el curso del arroyo. Ningún banquete 

tiene el ritmo de este encuentro, surgido del golpeteo 

en tambores de aceite. Ellos, los obreros desempleados, 

de tarde, cada día, empuñan sus rituales. En estas épocas 

siempre se une alguien caído en desgracia, también 

se acercan grupos muy dinámicos, les cuentan lo bueno 

de que la razón se abra paso entre los pobres, tratan 

de avivarlos, decirles que el exceso de emociones 

los tiene ahí sentados, sin cambios profundos, que así 

no pueden tener conciencia de sus condiciones 

materiales de vida. Los obreros asienten con un 

movimiento de cabeza, se ríen a carcajadas, 

abrazan muy amistosos, enseñan crucifijos, bajo las 

bendiciones de Evita capitana, sirven otros mates y dejan 

que el tiempo les permita organizarse con su propia 

experiencia y conocimiento, mientras tanto aceleran

cuidados para que los hervores no quemen la yerba.


© Fernando Gabriel Caniza


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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Descripción poética social muy bien dicha, "en la medida justa". Alfredo Lemon

18 de junio de 2022, 13:24  

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