13/5/22

Poema de Tomás Modesto Galán

 


 

Tardanzas del mar

 

Quería escribir tiempo, pero el mar se alejaba.

Todavía retumba contra mis oídos,

deja de oírse, tarda en derribar las rocas del pasado.

Un día roerá las montañas donde pienso en ti.

Esta casa de huesos prestada sin interés,

también caerá derruida por tus manos,

enredada por tu cabellera, ese hoy insoluble.

Tarde de guerreros inútiles, porfías del sentir.

Cuando el no sentir ha desatado el vacío.

Desde ayer, el mañana continúa impronunciable.

Veo en el horizonte tu cuerpo en desuso.

Seria pregunta, borroso azote de un viento sin porvenir.

Mi hoy ha de ser un rastro de pasado intransferible,

un fuego hace tiempo consumido, dulce ardor

no convoca hierbas de esperanza.

Final donde fracasan los esfuerzos por rescatar

los cuerpos calcinados por la lluvia errante.

 

© Tomás Modesto Galán

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