BACANTE
Sacerdotisa
nazco y renazco en las parras
ebria de alegría
El contorno de mi descaro
se dibuja en lo sinuoso de sus troncos
en la avidez de sus raíces
el atractivo de su sombra
y en su fruto que embriaga
Sin mí
no hay vino fiesta ni hombre
En tus brazos me entrego Dionisio
exprime de mí toda irreverencia
Tómame bebe de mis pechos el vino
préndete a mis caderas
y encendamos el rito
Mis invitados son el sol el fuego
la belleza la música la noche
los brujos la poesía los dioses
el amor
Soy la copa que los recibe
los contiene hasta derramarse
y no se sacia
Festejemos para seguir existiendo
a pesar de la muerte
Celebremos el absurdo
de ser profanos sagrados
lúcidos locos finitos eternos
Tómame
Dionisio
vuelca en mí tu sagrado vino
embrújame con la danza que trasciende la
vida
Santifiquemos la comunión de los cuerpos
y paladeemos el alma
© Juany Rojas
El sagrado néctar de la poesía embruja tu danza en un revolotear de palabras, espíritu y erotismo. Celebración! Alfredo Lemon desde Córdoba Argentina
ResponderEliminarQué voz, Juany! Hacés vino con las palabras!
ResponderEliminargracias
Claudia
¡Qué bella imagen la de "paladear el alma"!
ResponderEliminarUn canto báquico de gran musicalidad.¡Bravo, Juany!