Hija de cincuenta
Tenemos en común
la afición por las listas,
el trabajo obsesivo,
el gusto por las simetrías.
El resto es pura diferencia.
Nuestros ritmos
para la escucha y el silencio
son opuestos:
vos verborragia,
yo monosílabos.
Respiro hondo
y en cada bocanada
contengo a la que exige
decirte de una vez
lo que realmente piensa,
a la ingenua que aún
sueña con que adviertas
nuestro contraste.
© Daniela Camozzi
Precioso poema! Abrazo
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