ELIZABETH TAILOV
Me llamo Elizabeth Tailov,
fui alimentada con huevos de aves,
pan y cebolla por mi madre que murió de
hambre
a orillas del Volga, guardándole la porción a la cría .
Me llamo Elizabeth Tailov, mi tía se casó
con mi padre
(el viudo) y viajamos en barco hasta
Sudáfrica primero,
y luego hasta la Argentina (mis vecinos en
la pampa
construían sus casas como hoyos bajo la
tierra
por temor a los pogromos).
Me llamo Elizabeth Tailov, a los trece me
casaron
con un hombre 15 años y medio metro mayor
que yo;
al principio tuve que negarme
para que vuelva a pedir mi mano,
luego hicieron un gran baile familiar
y yo lloré en la habitación durante meses.
Me llamo Elizabeth Tailov, parí once hijos:
los primeros en una carreta, dos murieron
de pequeños;
su padre quiso venderlos en una ocasión
y yo la eché con una escoba de mi casa
a la mujer fina que vino a buscarlos.
(Él esperó un año fuera para poder
regresar.)
Me llamo Elizabeth Tailov, yo les lavaba
los
pañales y las sábanas a las señoras del
pueblo de Colonia Barón,
ellas no tenían mis manos toscas, como
tampoco mi lengua
para contar sus historias, pero si el
dinero para comprar
azúcar, para amasar las kreppels y
cubrirlas de nieve de manteca,
sin siquiera imaginar cuánto cabe en mis
palmas vacías.
Me llamo Elizabeth Tailov, levanté mi casa
en cuclillas
sobando el piso con adobe, menta y bosta de
caballo;
alimenté durante décadas niños, chanchos y
gallinas;
fui nido, vientre fecundo, encendiendo
velas,
todos los días como acto de fe.
Y con el puñado de hijos de la mano (a
veces hasta en los hombros)
caminé kilómetros y kilómetros a la iglesia
más cercana
para rezarle a un Dios hombre, distinto al
de mis padres,
por si acaso fuese cierto y desde su morada
eterna
alguien cuidara de las madres.
© Sabrina Barrego
Me atrapó esta historia.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Tere Vaccaro
Destreza en la escritura, verdaderamente atrapante en su decir muy bien trabajado. Gracias! Alfredo Lemon
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