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11/3/22

Poema de Estela Zanlungo

 


Las dos lenguas 

 

Mi ojo deslumbrado

se anticipaba al final del renglón

antes de que la voz llegase a la garganta.

 

Leer era como asomarse a la puerta

y ver el mar,

todo en letra cursiva,

desde el pupitre de madera.

 

En el idioma de bailar también

hay un instante previo;

hundir el cuerpo en la arena del aire,

una pisada que nunca se parece

por más que se repita.

 

Eso: una playa recién tocada

por la espuma que enlazaba las letras

del mismo modo que se reparte el peso

entre los pies.

 

Mi primer libro de lectura

tenía nombre de instrumento de bronce.

¿Sabías Isadora?

Y si cierro los ojos todavía repica.

 

© Estela Zanlungo

4 comentarios:

  1. Precioso poema!
    Extraigo "Leer era como asomarse a la puerta y ver el mar".
    Gracias por compartir!
    Tere Vaccaro

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  2. muy lindo poema!! ese pupitre y el primer libro de lecturas

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  3. Especial analogía entre el aprendizaje y proceso de la lectura y el baile.Se desprende la pasión por ambos, se sienten los pasos de baile y esa sensación de arena cálida llegando hasta el lector.
    Juany Rojas

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  4. Gracias por sus lecturas Tere, Sebastián y Juani. Los abrazo!

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