4/3/22

Poema de Daniel Rafalovich

 


Nombrarlo es perderlo.

Pero queda firme aquí,

decadente reyezuelo,

espejismo de nada.

Oscila eternamente,

propone nuevos juegos.

Su lava se expande,

(ofrenda al aire)

por mis valles.

Deshoja calendarios,

hace saltar las cuerdas

de los cronómetros.

Finalmente,

en la estación del buen tiempo

queda en el limo

su nombre, garabateado

junto a una trenza

de cabellos de medusa.

 

© Daniel Rafalovich

Etiquetas:

5 comentarios:

Blogger flora levi ha dicho...

Bello poema!

5 de marzo de 2022, 15:17  
Blogger daniel rafalovich ha dicho...

Gracias, Gus! Gracias, Flora!

6 de marzo de 2022, 13:27  
Blogger daniel rafalovich ha dicho...

Gracias, Gus! Gracias, Flora!

6 de marzo de 2022, 13:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello y profundo! Jime Cano

6 de marzo de 2022, 18:53  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Un decir profundo. Sentido.

1 de abril de 2022, 23:03  

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