15/3/22

Poema de Andi Nachon

  


Visitas del colibrí en relámpago, en nuestro corazón

el zorro de nueve colas y las esferas del dragón

noches de chicas, familias postizas

varias abuelas putativas, legiones de tíos y tías

 

soltura con que das la mano y abrazás

a todas mis amigas. Charlas en la cama

un barco

surca las estrellas de tus aguas, el cuento de la noche

 

su canción hasta deslizarte al sueño, el calipso y el morado

una primera vez frente al mar y tu decisión temeraria

contra el Pacífico

arremetés de cabeza. Un pinzón

 

detenido en mi gorra, fuera de mí tu primera palabra fue agua

recortando el Delta y su esplendor. Pandas rojos

observan en sorpresa nuestro canto, una monita aulladora

se enamora de tu padre y lo retiene

 

con las manos con la cola. El trote

del aguará guazú, una pareja

ante nosotros perdió sigilo y fue

la gracia, en caída libre

 

tu cuerpito grita feliz y pide una más

después de la primera montaña rusa, el primer

parque de diversión. Una ranita, cobijada en mis manos

tu noche anterior a primer grado, infinitas

 

libélulas y luciérnagas

el túnel de bambúes que cruzamos abrazadas

mientras contás de tu novio, sus obsequios

adentrándote en la isla. El cara

 

de papa dibujado en el vidrio, los ojos kawai

el helado y su euforia desconocida

caminabas decidida y saludando a cada extraño. Un avión

cruzar la selva buscando rastros, la primera pijamada

 

hada mandarina, gnoma arveja

nieve para nuestro clan fueguino en culopatín

Coco y vos tocan el piano, Fede es una comadreja

Sofrito te despierta maullando. “¿Te cuento algo?”

    

el beso primero, a mi lado batís el aire

mientras yo bato los huevos. Miles de chistes mal contados

codito de la suerte, chicle candado

jugar a aburrirse y aburrirse jugando. Listas

 

de animales de comidas

barquitos cargados, estirpes y reclamos

mi historia repasada y entregada

en desayunos en la cama, en dibujos, en cantos. Lunas llenas

 

eclipses lunares, un geko de sorpresa entre las plantas

lombrices en las crasas, el treinta y uno danzando

entre murciélagos y escarabajos longilargos. “¿Cómo se conocieron

papá y vos?” Pienso y respondo  mi suerte:

 

“Nos encontramos bailando”. “Y…

¿ya existía yo?”  Waly contesta “todavía ni una

idea eras.” Libros reacomodados, bordes filosos vueltos romos

constelaciones y cardúmenes, tu subrayado

 

constante de la maravilla y también

tu retorno cada mañana al mundo

con algo de mal humor. Ecualizar bailar nombrar

un aprendizaje sin fin para nosotras, algo de Atreyu

 

de Bastián y Morla. Pido Fujur, reclamo te toque

un dragón de la suerte y la suerte

gira loca loca. Waly te guía y tus botines

patean la pelota. Decís misil, cohete, ninja Moritá

 

arremete. Cuscús y todos nuestro perros: el tiempo todo

y todo el tiempo

en movimiento.  Mora mora mora mora

repetir hasta encontrar

 

cifrada en tu nombre

la clave amor.

 

© Andi Nachon

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Magnífica maestría! Estupendo, impactante, esplendente hacia múltiples sentidos. Gracias! Alfredo Lemon

16 de marzo de 2022, 10:09  
Blogger Claudia Bakún ha dicho...

qué bonito de toda belleza. Me ha emocionado. Gracias

30 de marzo de 2022, 0:24  

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