Epifanía
Alguien dijo: “llover hacia arriba”
una noche en que la absenta olvidó sus
esmeraldas
a cambio de traficar con demonios
una noche en que el mundo se acordó de que
era mundo
y echó a rodar al revés como las letras en
los espejos de las ambulancias
como el último beso de la última grela.
“Hacia arriba” dijo y sus palabras se
derramaron por su espesa barba
y sus palabras la ensuciaron hasta hacerla brillar de sonora claridad,
rotunda en el tropiezo infinito de la
sangre sobre los acantilados de la noche.
“¿Hacia arriba?” pregunté mientras me
crecían pezuñas
mientras mi alfabeto corcoveaba tensando
los ijares de la luna
dando coces de fuego sobre paquebote sideral
y desde la paredes sangraba implacable un
tango de Discépolo.
“Llover hacia arriba” insistió el de la
barba homérica
insistió
Y yo no pude recoger las esmeraldas de
absenta
porque el suelo quedaba demasiado lejos
© Rodrigo Galarza
Tremendo vuelo, sumamente poético. Felicitaciones Rodrigo.
ResponderEliminarSaludos cordiales