24/11/21

Poema de Virginia Segret Mouro

 


En el aire se alza esta casa. Veo la curva añil del horizonte. Entre este adentro de manteles y frazadas y ese afuera de océano desnudo, el vidrio sucio de sal. Hipnótico. 

Estoy quieta, con mis sandalias de caminar en línea recta. 

Estoy sin nombre, excepto para los animales de la noche. 

“No hay adentro ni hay afuera”, usted revela. 

Mi casa extiende sus lúbricas piernas. Tiende su celada con los hechizos del sexo.  Seduce y tiembla. El mar la abraza hasta sangrarla. 

Celebración de los campanarios de su pulso.

 

© Virginia Segret Mouro

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Espléndido tu poema que transporta, sugiere y reluce con sus imágenes cargadas de un simbolismo erótico fulgente. Gracias! Alfredo Lemon

25 de noviembre de 2021, 17:03  

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