Cuando el
aire arrojaba nudos
en la
espalda de mi padre
o le
torturaba la voz de la guitarra
mi madre
aliviaba su aflicción con ventosas
Su velador
siempre cobijó un vasito
una moneda
de cobre
y un cabo
de vela
Su velador
siempre resguardó con amable celo
la devoción
del calor
Madre hoy vivimos tiempos de pandemia
Sin remos
fuertes
encerrados
en los nudos ciegos del temor
sorteando
las aguas de lo incierto
Urge destrabar el sosiego
Hallar veladores sabios
© Juany Rojas
Bravo Juany, tu poema como un velador protegiéndonos de la incertidumbre que nos toca transitar. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarLas ventosas, el cabo de vela y el calor, pero sobre todo la certeza del fin... Y de los "veladores sabios". Gracias Juan y Rojas por su poema. De
ResponderEliminarGracias por tu poesía, Juany
ResponderEliminarGracias por compartir este buen poema.
ResponderEliminarAna Romano.