ENTRA
entra para
la sed del desierto
cuando la
sombra es limite y la vida latidos
de márgenes
de vértigos
cansados
de caudal
de asombro
de última
poesía
deja sobre
mis piernas
tu fruta
luminosa y fértil
para volar
con el polen de las memorias,
sobre ese
terraplén inamovible
mientras la
selva abre la noche
que bebe en
ti ese desierto
que se calma
después de tu relámpago
© Ernesto Rojas
Poema muy sugerente y hermoso.
ResponderEliminarGracias Ernesto.
Maravillosa noche y relámpago. Magnífico.
ResponderEliminarbellísimo!! bellísimo en estilo y forma. susana zazzetti.
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