6/9/21

Poema de Jorge Ortiz

 


SIESTA


Pasado el mediodía

cuando cierran los postigos del almacén de piedra

la tarde se pone entre paréntesis

y se vuelve siesta por un rato.

Si es verano se adormecen las horas en sus calles de tierra

crepita la copa de los árboles 

 y en la sombra morera  de la plaza

capitulan los pájaros su vuelo.

Caballos que arrastran su pereza en baldíos

ladridos desganados

 y gente presurosa

que en solapado éxodo

deja al pueblo vacio.

El viento norte de algún infierno trae

resolana en sus manos.                                                                              

Inhóspito como la rabia

Atropella, empuja, duele.

 

La tarde añora el frágil  bullicio de la poca gente

el prolijo desorden de todo pueblo chico. 

 

Recién cuando la sombra se pone larga y fresca

hombres y mujeres se desperezan,  salen

a renacer la vida porque pasó el solazo.

Se levantan persianas, se hace grito la radio

se enveredan las sillas

le vuelve la tarde al cuerpo.

 

Y se aleja la siesta otra vez derrotada

hasta mañana al menos

cuando la gente encuentre ese breve remanso

en que la vida vuelva a morir por un rato.

 

© Jorge Ortiz

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Buenísimo,me encantó.
Saludos
Anahi Duzevich Bezoz

20 de septiembre de 2021, 14:28  

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