Poema de Ana Gervasio
FLORES
IMPOSIBLES
un ángel me
prestó la voz para llamarte,
(a mí que
las palabras me consumen)
sobre esta
página en blanco, entonces, te convoco.
afuera
llueve,
Buenos
Aires parece una sombra
colgada en
la memoria.
a pocos
pasos,
un tren
vuelve a emprender el viaje del espanto
y hay un
silencio espeso de máscaras sin brillo
que
disimula la herida como una burla de carnaval.
no hay
nadie en los bares atiborrados de gente
ni en las
multitudes de las plazas
ni en esas
librerías colmadas de los días feriados.
casi nada
es cierto.
salvo aquel
tiempo en el que sobraban los encuentros
aunque era
tan difícil encontrarse, ¿te acordás?
también es
cierto que tuve un cuaderno
con una
ventana donde comenzaba el mundo,
un pueblo
con banda sonora de pájaros y viento,
y que hoy
lloverá una vez más sobre su tumba.
pocas
cosas.
quizás
algunas más,
y aquí
están, escritas de manera inasible
para que
sólo Dios las lea.
te espero.
ojalá
escuches este poema que te nombra.
vení.
acurrucate a mi lado.
en el
margen de esta página
(en los
tachones y enmiendas)
una pequeña
casa,
con un
jardín que arde en la tormenta,
está
enunciándose.
el cielo
conspira el final en un baldío
mientras
nosotros,
nos
concebimos en los pronombres
y salvamos
del fuego las flores imposibles.
© Ana Gervasio
Etiquetas: Ana Gervasio
7 comentarios:
Me encantó Ana. La realidad, sin duda.
Un abrazo
Alicia
Muy buen poema Ana. Siempre encuentro en tus versos una sensibilidad exquisita. Alfredo Lemon
Bello!!
Implacable; así es la verdad, imposible de suavizar, aún siendo dual en el transcurso de la historia.
Muy buenas imágenes.
Javier Rodríguez (L. Vinci)
Sensibles palabras. "poca cosa", poca? "para que solo Dios las lea"
bello poema
Gracias!
norma starke
Bello. Abrazo, Inés Legarreta.
Guauu! Poemón!
Besosss
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