oscila la penumbra
enhebrada al candil
en la cabaña donde sueñas
oscila un recuerdo astillado
en cada aire que exhalas
en cada arruga silenciosa
que traza tu piel
y al pendular los silencios
los días se agotan
se diluye la fe
y sólo queda
una tarde agotada de esperas.
© Griselda Rulfo
Buenisimo, Abrazos
ResponderEliminarMuy bueno, Gri! Abrazo.
ResponderEliminarQué lindo, volver a leerte!!!
ResponderEliminarmuy duro y a la vez, exquisito
te abrazo
Claudia
Bello poema querida Griselda!! Esa tarde no se agota renace en tu poesia
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