Casa con
palmeras
Junto a la
casa vieja
con
cenefas, hay dos palmeras
(y un
senderito de piedras negras).
Bajo las
plantas y los racimos
de flores
blancas, dos niñas juegan
(al gallo
ciego).
Después la
madre
ofrece flores de calabaza,
semillas secas,
y las dos
niñas
se van por
el senderito
sin dejar huella.
© María Teresa Andruetto
Nostalgia y dulzura de poema
ResponderEliminarMuy bueno. Nostálgico. Tierno. Hermoso
ResponderEliminarEs un poema exquisito. Con esa ternura genuina que solo María Andruetto puede lograr. Bravo!!!
ResponderEliminarVilma Sastre
Las simples instancias de la niñez pasada. Muy cálido.
ResponderEliminarNos imaginamos la casa de palmeras y esas niñas jugando, gracias :)
ResponderEliminarBellas imagenes, gracias po este poema,
ResponderEliminarSilvia Loustau
desde una sintesis breve , la profundidad del poema Felicitaciones Maria Teresa abrazo
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