28/7/21

Poema de Graciela Barbero

 


Aroma el durazno

la mirada lejana de la piel

El corazón se abre

con un sol purísimo

Duraznero por donde asciende el escape

esconder el llanto

detrás de la chimenea

Selva impenetrable el aislamiento

cierto pañuelo es pájaro

 trae aquella lágrima

Horas tristes

Delinean el horizonte

alas grisáceas de calandrias

En la altura

no bate plumas el dolor

Esta mañana

el alma penetra la sombra terciopelo

y durazna mis manos.

 

© Graciela Barbero

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