OTOÑO
Abandonada
al lánguido arrebato
en una
lenta lasitud te amo
con braveza
me abrumas de caricias
tu vida ya no es verano
ni al mía.
Nos acechan
los fantasmas del otoño
que cruzan
las memorias
empañan las pasiones.
Solo tus
ojos son llameantes crepúsculos
tus manos limitadamente promesas de deseo
que
escriben sobre mi cuerpo versos lentos.
Es la carne
pasajera que no acompaña
nuestros
abriles a vivir
los
fantasmas del Otoño
no tienen
piedad
de vos ni
de mí.
© Anahí Duzevich Bezoz
Gracias Gus,hermosa la imagen.
ResponderEliminarSaludos de cumpleaños.
Anahi
Una canción triste, sostenida por un sentimiento eterno, Abrazo amiga!!
ResponderEliminarTu palabra poética se fortalece y con sus imágenes y láminas precisas, hacen frente a los fantasmas del otoño. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarEsos fantasmas del otoño que rodean sin piedad. Hermoso!
ResponderEliminarRosa Lía