7/5/21

Poema de Blanca Lema

 


A tu llegada era común que te enterases que, para protegerte,

tu familia había quemado tus libros. 

 

Libros

 

Delante de mí, de este mí en el cual ya no creo,

los árboles mueven sus cenizas.

 

Avanzan con pasos de soldado herido

mostrando sus lomos negros, a cuestas.

 

Cumplen pena. Ellos son los penitentes.

Textos de carbón que se desvanecen

sin que el humo pueda leerlos.

 

—¡Alto el fuego!

 

Detrás de mí, ese otro mí distinto al del recuerdo,

encuentro la vieja caja de fósforos

y está mojada.

 

La miro de un lado y del otro

como se mira la culpa.

 

Qué poco hemos cuidado,

que no tenga maldad

nuestra ingenuidad.

 

© Blanca Lema

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2 comentarios:

Blogger graciela barbero ha dicho...

Las culpas del pasado nos golpean.
Un abrazo Graciela Barbero

8 de mayo de 2021, 10:32  
Blogger El peregrino del Ganges ha dicho...

Sombras quemándose en un espejo fantasma. Muy interesante. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

8 de mayo de 2021, 17:56  

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