Poema de Miguel Ángel Federik
Tras un
final cordaje de alambradas
veo aún la
ceniza avestruz del horizonte
y aquellas
lenguas de sol entrando a las aguadas
con la
delicadeza agraria de un derroche de incendios.
Ya no
recuerdo su abecedario de maneas,
sus
candiles de sebo como una santabárbara de cuentos.
Apenas
sombra soy de su hemisferio.
Relámpago echado a dormir entre sus cueros.
© Miguel Ángel Federik
Etiquetas: Miguel Ángel Federik
1 comentarios:
Muy buen discernimiento, observación. Gran poema.
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