23/4/21

Poema de Miguel Ángel Federik

 


Tras un final cordaje de alambradas

veo aún la ceniza avestruz del horizonte

y aquellas lenguas de sol entrando a las aguadas

con la delicadeza agraria de un derroche de incendios.

 

Ya no recuerdo su abecedario de maneas,

sus candiles de sebo como una santabárbara de cuentos.

 

Apenas sombra soy de su hemisferio.

 

Relámpago echado a dormir entre sus cueros. 

 

© Miguel Ángel Federik

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1 comentarios:

Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Muy buen discernimiento, observación. Gran poema.

24 de abril de 2021, 22:35  

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