Tronco con
panal
en mí
tiembla el gozo del niño
que, camino
a casa de su abuela,
descubre un
secreto panal
en un
tronco de árbol muerto
sus hojas
son ahora esas aladas criaturas
zumbantes
y su copa
ha caído hacia adentro y es
un racimo
de cuerpos
movedizos
¿cómo se
sostiene todavía, hueco y
podrido
sino por la
levedad de ese múltiple cuerpo?
nada de eso
se pregunta el niño que
aun no
conoce a las abejas
ni la
palabra aguijón
-su insidia
-su llegada
punzante
ni el
aguijón
al alcance
de su mano un lago contenido en el hueco del tronco
un olor
dulce que levanta en vahos
el sol del
mediodía
nada le
advierte del peligro
al niño
a su
máscara de oso brillante
del hermoso
y predecible
desenlace
ahora mi
mano es otro hueco
donde se
sostiene pegajosa y tibia
la experiencia
© Jotaele Andrade
Siempre abriendo horizontes Jotaele, nutricio y esplendente. Bravo! Alfredo Lemon
ResponderEliminarPoesía plena
ResponderEliminarBelleza! Gracias, poeta, por el panal y el aguijón...
ResponderEliminarComo siempre, magistral Jotaele. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarCuánto dice y cuánto no dice el poema. Gracias
ResponderEliminarBello poema Jl !
ResponderEliminar¡Hermoso poema! ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarMuy bueno, muy gráfico, imágenes que muestran la sucesión del tiempo y las circunstancias, gracias!
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