Afirmo
El amor no
es como el pez
que resiste
a ser devorado por el gato
su prisión
pecera sin techo
lo mantiene
inseguro
cuando la
puerta de la habitación queda abierta
y el
predador entra
un manotazo
puede ser el fin
así como el
pez
nosotras
indefensas estamos
ante la
incertidumbre de existir.
© Romina R Silva
Buenísima comparación
ResponderEliminarLa poesía embellece hasta el dolor, muy bueno
ResponderEliminarLa poesía no tiene miedos.
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