26/3/21

Poema de Hugo Francisco Rivella

  


El corazón de amar cada segundo en donde dios se mira sin nombrarme

el corazón que busca en el silicio el perdón de los siglos eclesiales

los caminos del odio en el que cuelgan los judas iscariotes los traidores del pan

los argonautas los apóstatas el cruel los perseguidos los gladiadores

al fin los hechiceros los samurai el viento

los soldados despedazando el trazo de la historia

el corazón abierto enamorado el tatuado por siglos de ternura aquél que galopó con los caballos a orillas de la mar y el infortunio

el corazón del rey

del vendedor de fugas en la cárcel

el corazón que late en el poema que despertó a Eurídice del siglo que en el pecho del muerto quedó vivo porque no muere sólo aquel que muere por morirse de a pie de sinsabores el muerto por morir de muerte sola de muerte acostumbrada al precipicio

al ocaso sin luz sin nada nada al morirse sin paz al morirse de muerte solamente de invierno de tropel sin primavera chillando como un cuervo en la negrura en el sino del pez en el augurio

el corazón que busca  ser resplandor del hombre en las tinieblas

ser la llama votiva del auriga el laurel de un domingo y de rituales

el latido de dios crucificado

el corazón partido por la pena del niño que amanece sin futuro

el corazón que apesta del malvado porque le crecen uñas oraciones de culpa y remolinos

el corazón sangrando en lo que digo.

 

© Hugo Francisco Rivella

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Celebrante de la naturaleza, sonámbulo del universo. Sos un gran poeta Hugo, alto más alto y de allí, la maravilla. Abrazo grande! Alfredo Lemon

29 de marzo de 2021, 10:22  
Anonymous Belkys Sorbellini ha dicho...

Un corazón que late poesía siempre, sangrando en tantos y en la voz poética. Fuerte, profundo. Gracias por tu poesía siempre.

10 de abril de 2021, 9:11  

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