la ponzoña
del hierro en la teta
a la que trepó
la flor
hacer
tiempo con lo que se inhume
los muertos
son tesoros
hacer
silencio con lo que se inhume
los muertos
hablan
hacer
brillar
el filo del
oído que socaba
la
mandíbula acunada en la escucha
como una caracole
© Silvia Castro
fuerte gran poema. La voz de la poesía se siente. Abrazo.
ResponderEliminarPoema que conmueve. Vale!
ResponderEliminarAlto poema y bellísima imagen!!
ResponderEliminarConmovedor!
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