Uno supone que las palabras están
allí,
las imagina escondidas,
observándonos;
si no quieren entregarse
damos un salto, caemos sobre ellas
y sin resistirse las atrapamos
una a una, mansas.
Pero no,
es sólo expresión de deseo:
esquivas, no se dejan asir fácilmente.
Basta vernos el alma en estos años,
con cuánta nueva herida,
lastimaduras varias
más viejas cicatrices
por saltar al vacío,
cuando creímos apresarlas,
descifrar su misterio,
y fue sólo espejismo.
© Rubén Derlis
Y,si,a veces sentimos pero las palabras se nos escapan ... Pero eran nuestras!
ResponderEliminarArte poética
ResponderEliminarAún cuando se nos escapan, otras hacen posible el poema.
ResponderEliminarGracias!
Y se escaparon... igual que aves sorprendidas. Fascinante.
ResponderEliminarEste arte poética, cuan ligada a la experiencia está la palabra, y cómo el poeta en realidad descifra lo inefable, muy a pesar de las heridas reales.
ResponderEliminarW.M.