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7/12/20

Poema de Paulina Vinderman



Camino junto a una cerca de estacas puntiagudas

y sueño con un faro.

"Si supieras todo lo que vi crecer, mi corazón".

El faro con el que sueño era un dibujo tosco

sobre una tapa amarilla.

La hija del guardafaros observaba el mundo

y subía bajaba sus escalones de piedra canción.

Llamaba por sus nombres a las gaviotas crédulas,

blancas de tanto vuelo.

"Todo lo que vi crecer".

Los presentimientos y una espera donde ya

asomaba el dolor (todo en el mundo es espera y dolor.)

Ella y yo cantábamos el ruido del mar.

Muertas de frío, con saquitos de lana tejidos

a mano, viendo danzar las llamas en la estufa.

La soledad no es hambre.

La tristeza no es nada: lluvia que pasa y deja

todo lavado y reluciente como un muerto.

"Si supieras todo lo que vi crecer, mi corazón".

Algas, sobre los amores para siempre.

Una ciudad hecha de hilos de ciudades:

Ciudades estado, ciudades recuerdo, ciudades

apiladas como libros viejos, como noches en blanco.

como la esencia de la oscuridad

(loca de luna y de cerezas silvestres).

 

© Paulina Vinderman

4 comentarios:

  1. Hermoso poema Paulina, cruzado por imágenes sensuales y pinceladas de aguda observación. Suave y profunda siempre. Saludo desde Córdoba, Alfredo Lemon

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  2. Brillante final,Paulina!Te admiro!Graciela Corrao

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  3. Muy bello, lleno de nostalgia y sugestión.

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