Motivos
No es fácil perder tantas peleas,
remontar las tareas cotidianas,
decidirse a vivir con la náusea en la nuca.
Resucitar por día, por minuto,
reencarnado en helecho o en hormiga,
resucitar contrarreloj en la caída
para evitar morir de doble muerte.
No es posible aflojar: así es el juego,
esta sutil condena de continuar naciendo
a pesar de los
otros.
Por eso es que persisto en mi disfraz de
circo,
porque la risa y el amor son escaleras
que trepamos sin miedo mientras nos resbalamos.
Quiero decir:
tus ojos me han mirado,
y así vale la pena tanto esfuerzo.
© Carlos J. Aldazábal
Un poema con una gran fuerza emotiva, llega profundamente. Felicitaciones al autor. Alejandro
ResponderEliminarme encantó tu postura frente al dolor, a la vida. bellísimo poema. suana zazzetti.
ResponderEliminarMuy bueno y contundente tu poema Carlos! El ser y la nada portan sus disfraces cotidianos, pero alguien mira en lo profundo y salva. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarBellísimo poema. Qué buen cuerpo y qué buen ritmo para decir...
ResponderEliminarMuy bueno este poema que emociona por su fuerza.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano
Tan bello para expresar el no aflojes que vale la pena. Un abrazo Graciela Barbero
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