Mis hermanos tienen sed.
Son demasiado jóvenes
para levantar de nuevo este jardín,
sus paredes de noche, esta casa,
los cristales teñidos de miedo,
los umbrales.
Las nuevas cicatrices van a desentonar,
queridos.
¿Quién sabrá lo que éramos?
© Julieta Lopérgolo
Muy buen poema, creo que solo nosotros sabemos lo que éramos.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
muy sugerente julieta. y no hace falta más! susana zazzetti
ResponderEliminarpoema estremecedor
ResponderEliminarPotente
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