CRISTO POETA
Alguien me abraza
y un gallo canta tres veces
las puertas de la catedral se rajan
de arriba abajo, las palmeras
emiten pájaros oscuros
los mesiteros huyen de las plazas
Las encrespadas aguas del mar
revientan contra las costras de mí
figura de linyera
una marcha de protesta atrasa
a los apresurados, desvía
el tránsito, irrita a los rostros
curtidos de sol
Lo que es justo no cabe ante lo injusto,
las sirenas aullantes acompañan
a los uniformes pretorianos que custodian
el orden
dentro del desorden, una vos se alza en grito de alerta:
no disparen!!
El poeta cruza la calle
y todo se congela.
© Miguel Ángel Ferreira
Magnífico poema, intenso, el poeta es un Cristo en medio de la urbe y sus deliquios. Me hizo recordar un verso de Gustavo Tisocco que dice: "Dios no resiste las ciudades"... Y el poeta?... Saludo desde Córdoba, Alfredo Lemon
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