21/8/20

Texto de Osvaldo Burgos




CANÍBALES

Era la guerra por el mundo, que todavía no era.
En el éxtasis de su furor o en la idiotez de su indolencia, los titanes despedazaron a Dionisos. repartieron su carne, comieron de él.
Enceguecido por la ira, el padre Zeus vengó el sacrificio de su hijo. Un rayo fulminó a las bestias.
De sus cenizas, impregnadas de lo aberrante y lo divino, nacieron los hombres.

Es la guerra que es, y no se dice.
Ajenos a la desolación y a la vergüenza, diez chicos juegan en la cancha por la que pasan otros diez, persiguiéndose a balazos.
Unos y otros se parecen. A veces, incluso, son los mismos.
¿Quiénes son los titanes, aquí? ¿Quién es Dionisos? ¿Quién es Zeus?

Enceguecidos por el miedo, los hijos salen cada noche a vengar el sacrificio de sus padres. O a negarlo.
Todo lo gobierna el rayo* . Y el rayo quema.
Pero de estas cenizas, impregnadas de la denigración y la desidia, no nacen hombres; nacemos bestias.


  *Aforismo de HERÁCLITO, que HEIDEGGER hizo grabar en un dintel de su cabaña de Todtnauberg

© Osvaldo Burgos

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio