Poema de Yrene Santos
La mujer
Hoy he visto a una mujer llorándole los
huesos
en ellos los recuerdos se aposentan
entretejen su sueño tan estropeado como sus
pies
sus manos, sus senderos de carne 
mientras cabizbaja, sus ojos cerrados se
deslizan a la tierra 
su espalda semi desnuda piensa rumores de
los años vividos 
las memorias se pierden con el hambre
el hambre catapulta cualquier gesto de
alegría 
Hoy he visto a una mujer envuelta en un
rosado 
hasta donde comienzan sus dos rumbos
con la cabeza cansada y su pelo de una
pulgada 
tocando su vientre ancho y las rodillas 
en un escalón cualquiera de una estación
del tren.
Muchos pies menos, a esta hora arrastran la
fatiga de un día largo 
menos y menos dedos afincan la ternura que
instantes atrás 
rozaron brazos, muslos    vientres o se geometrizaron 
en algún sofá tibio     una cama caliente o un suelo fresco 
Y a esa mujer, hoy en mi cartera me la he
traído 
para mantenerla viva    digna  plena,
en una habitación de mis libreros.
en una habitación de mis libreros.
© Yrene Santos
Etiquetas: Yrene Santos



1 comentarios:
- el hambre catapulta cualquier gesto de alegría. -
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio