PATRIA
La Patria como barrilete
vuela tormentas de cielo no celeste.
Barrilete que se soltó
por el hilo más fino.
La moneda cae en ceca
en la casa del abismo
que se hunde ante clamores cegados.
El tiempo corre en caminos
que en los relojes no son horas.
Todo de repente es tiempo de espera.
Stand by prolongado.
Se vuelve a la constancia y tampoco.
Se secan palabras que hace mucho esperan
criadas en silencios sin pan, ni esperanza.
Las oscuridades tragan de prisa
en el mar revuelto de los peces.
Qué rezo servirá.
Qué plegaria será nueva.
Quién oirá de todos los mortales
el grito de cadenas rotas.
Quién ha de cobijar el desamparo.
Duele tan de solo el desconsuelo.
Hay historias muchas detrás de cada falso
paso
que nos sorprende en el mismo lugar.
Es preciso
otro canto.
Otro celeste.
Otro blanco.
Otro sol en la bandera.
Dará tregua la alegría,
la risa, sólo por ser tránsito de lo
querible.
Recobrando un sueño largo de vientos
propicios.
Un puerto para zarpar festejos.
De palabras no de unas contra otras
de pura muerte heridas.
De descanso en cada rito
que sirvió para alumbrar en luces
tantas noches.
Para contar en el poema
que no duele
que ampare
que haga brillar el lado simple,
el lado del nosotros,
TODOS.
© Gloria Calvo
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