El Macho Cabrío
Nacido entre las piedras
desde su rebeldía inició
el escarpado camino hacia la Altura.
Imaginaba que
allí
los pastizales se extendían, tiernos,
sobre el vasto territorio de las nubes.
Ese
lejano lugar
lo iba distanciando del rebaño
y en esa travesía descubrió
las diferentes ceremonias de la noche,
los rostros dispares de la luna,
el ojo oculto de la
aurora
con su encandilamiento.
Y entonces, igual que Belcebú,
no vislumbró el
abismo
donde desvaneció ese sueño de ser
el Rey del
Bosque.
© Beatriz Schaefer
Peña
Excelente intertextualidad entre el mito bíblico y las sucesivas caídas del hombre en su insatisfecha sed de eternidad.
ResponderEliminarAplausos a la fuerza de tu voz poética, Beatriz, y a la belleza de su forma.
María Rosa León
Que hermoso, profundo y contundente poema, con imsgenes vividas que nos sacuden por la fuerza que emanan
ResponderEliminarVerdadermente potente y sugerente. Alta poesía! Muy bueno! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarBea querida...la fuerza de tu palabra encandilando siempre!!!gracias!!!
ResponderEliminarmaria del mar
Excelente poema Betriz , que bueno el sueño desvanecido delvrey del bosque
ResponderEliminarRumores sobrenaturales y aparición de espíritus; tinieblas y amanecer al fin.
ResponderEliminarQué maravilla.