Oh Dios,
¿a qué debo renunciar
para sentir los vientos
de la primera mañana,
una brisa de estrellas silenciosas
que vuelan y se pierden
en el firmamento
como ráfagas de fuego?
¿Pero quién ve en mi
esta epidemia de fe?
Estoy colmado de ángeles pecadores
que vienen a mí
pero desean regresar a Dios.
¿Cómo se hace para volver a Dios
después del silencio del universo?
© Alda Merini
Lengua inclusiva
Los planetas
desde el cielo,
te arrojarán las palmas.
Y a veces
algo mejor que eso.
Algún NO que servirá de SI
cuando florezca.
El instinto
como un paracaídas.
Saltaremos
más allá de nuestro canto,
ante ojos sibaritas
que se cierran,
y saborean
nuestras migas
de temor
en el descenso.
Despertamos desnudos
en nidos calientes,
cuerpos cilíndricos
y un reguero de piel seca.
Ningún género se extinguió,
ningún fruto
ha mermado su semilla,
y están todos allí,
al alcance de la lengua.
© Karina Raponi
"Algún no que servirá de sí..."
ResponderEliminarSucede.