Un instante
de la niñez me dice que entonces
por cuidar
los manteles
comíamos
las uvas en el aire.
Una
conversación pedregosa
partía de
una punta de la mesa.
La otra
punta estaba vacía.
A los lados
de la mesa
el
silencio.
Al borde de
las sillas nos sentábamos
tratando de
no herir las esterillas
y no se
sacaba siquiera
la punta
del pie de los zapatos.
La
distracción estaba a cargo
de alguna
mosca que se posaba aquí y allá.
No decíamos
lo que
guardaba el pequeño pecho
ni siquiera
que el
pececito de la pecera
parecía
agitarse cuando nos acercábamos
o que una
de nosotras
bordó en
punto atrás una amapola azul.
© Edith Vera
(Villa María-Córdoba-1925/2003)
Dirá espiga
y será trigo
Dirá trigo
y será harina
Dirá harina
y será pan
Dirá pan y
serán
horno
de barro
manos
gastadas
pies
descalzos
Dirá pan y
serán
desgarro
de lluvia y sal
los
once hijos sentados a la mesa
única
comida del día o ni siquiera eso
Dirá pan y
serán
los
chicos en la ruta
la
madre / la abuela
el
padre apenas joven
agitando la
esperanza
para que
los sueños
no sean la cáscara roída
por unas monedas.
© Claudia Molina
Qué bueno recordar a Edith Vera, poeta tantas veces mencionada y casi nunca leída. "Poeta pobre que murió de amor!" dije una vez, resumiendo su biografía en la Universidad de Córdoba ante un público que miraba sorprendido.
ResponderEliminarY tu poema Claudia, haciéndole honor en versos exquisitos y sensibles, "agitando la esperanza para que los sueños no sean la cáscara roída por unas monedas". Gracias! Alfredo Lemon
Gracias Alfredo!! Hermosa Edith. Exquisita su poesía!!
EliminarQué imágenes de una niñez, que por momentos se parece a la mía, en esa hora crucial. Me emocionó.
ResponderEliminarTu poema acongoja desde una realidad que nos duele.
Gracias.
Abrazos
Elisabet
Te abrazo Elisabeth!! Gracias!!
Eliminar"Comíamos las uvas en el aire...". E. Vera, dibujante.
ResponderEliminarClaudia, el dolor es cosa de todos los días.
Un saludo cordial,
L. Vinci
Gracias! Abrazo
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