AMOR, DE
TARDE
Es una
lástima que no estés conmigo
cuando miro
el reloj y son las cuatro
y acabo la
planilla y pienso diez minutos
y estiro
las piernas como todas las tardes
y hago así
con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo
los dedos y les saco mentiras.
Es una
lástima que no estés conmigo
cuando miro
el reloj y son las cinco
y soy una
manija que calcula intereses
o dos manos
que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído
que escucha como ladra el teléfono
o un tipo
que hace números y les saca verdades.
Es una
lástima que no estés conmigo
cuando miro
el reloj y son las seis.
Podrías
acercarte de sorpresa
y decirme
«¿Qué tal?» y quedaríamos
yo con la
mancha roja de tus labios
tú con el
tizne azul de mi carbónico.
© Mario Benedetti
ENCUENTRO
Esperé
tanto este momento.
Durante mi
espera pasaron cosas,
yo, impaciente a veces
a veces paciente, esperaba.
Mientras en India morían
niños y
vacas sagradas en las calles
el Etna
vomitaba fuego sobre Sicilia
y los hombres fuego contra otros hombres.
Mataron a Lennon y nacían quintillizos.
Yo, preparaba mi mejor traje,
la camisa de seda y los zapatos lustrados.
Ocupado en mis asuntos y mis tribulaciones...
Mientras caía un meteorito en el Sahara
y una
estrella fugaz en La Florida,
un terremoto sacudía México,
temblaba Mendoza y Chile
y la lluvia cubría la selva africana.
Yo emparejaba mis bigotes
limaba mis uñas y sanaba pacientes
esperando este momento.
Pasaron años, pasaron gobiernos y epidemias,
se estrenaron óperas, ciudades e inventos,
se cantaron goles, himnos y plegarias.
Esperé tanto y los relojes no se detuvieron
aparecieron mis primeras canas
y desaparecieron algunos cabellos.
LLegó el día y el momento,
me encontré en zapatillas y jean,
Me alegra tanto haberme esperado
que hoy me
encontré
y puedo
abrazarme y mirarme
me felicito por la espera.
siguen pasando cosas en el mundo
mientras yo
me reencuentro conmigo.
© Salvador Verzi
Me encantó el poema de Mario Benedetti. Creo haberlo leído en algún momento.
ResponderEliminary Muy bueno el reencuentro consigo mismo a pesar que el reloj no se detenga.
Tere Vaccaro.
La ternura de Benedetti que acaricia.
ResponderEliminarY una espera que valió muchísimo, Salvador. Aplausos por tus letras.
Soy muy benedettiana, amo este poema. Y es la primera vez que lo leo a usté, amigo, tan hermosamente benedettiano...
ResponderEliminarque decir de Benedetti, magico.
ResponderEliminarMe gusto saber de tu reencuentro, es un instante para conocernos mejor. ojala te lleve a otros con mucha riqueza espiritual
Patricia Corrales
Gracias por ambos poemas en torno al amor.
ResponderEliminarComo frescura, como brisa suave me llega el de Benedetti y el otro, con un final sorprendente que cierra con el amor a sí mismo, tan necesario.
Gran de Benedetti in maestro total
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