OTOÑANDO
en la
periferia de lo urbano
en paz con
el Uno Mismo
con la
pregunta intacta
sin
respuesta
la duda ya
inconfesa
pero en paz
con bravura
por el dolor domesticado
con euforia
que se inflama hasta el orgasmo
en este
recorrido habitado de presencias
que no se
buscan / que no me llaman
y con la
hamaca que se mueve porque sí
porque está
en su esencia columpiarse
como está
en mi esencia
la negación
de lo visible,
bastardeo
la palabra
estrujo el
verso hasta la médula
y la única certeza que acompaña
cotidiana /
inefable
es la
muerte,
en tremendo
desacato
a la conciencia
hay un sarcófago que espera
y no nos
damos cuenta.
© Noemí Correa Olivé
Fuerte amiga, como me gustan a mí. Griselda Rulfo
ResponderEliminarGuau! Terriblemente duro y cierto. Muy bueno!
ResponderEliminarMuy bueno. Un poco vacía del amor como yo lo entiendo, me columpio en un repaso de inglés. Mi marido investiga sobre Belgrano. Te felicito por tu inteligencia y tu valentía para hablar así del sarcófago abierto. Abrazo grande. Isabel Llorca Bosco.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar, Griselda, Belkys e Isabel!! Un abrazo grande, queridas poetas!!!
ResponderEliminarHola Noemí: hablás de aquello de lo que nadie quiere hablar, y también mirás con lucidez "este recorrido habitado de presencias que no se buscan". Un poema profundo de honda raíz existencial.
ResponderEliminarCon cariño
Irene Marks
Muchas Gracias, querida poeta!! El enigma de este acontecer sobre el q actuamos, necios y a ciegas. Abrazo grande, Irene!!!
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