RENACIMIENTO
DEL CREDO
Una baldosa
en lo escondido,
un hueco.
La limosna
de tierra que hace falta
para el
abecedario cotidiano,
para la
reducida muerte diaria.
Un punto
donde quepa
yo con mis
cruces, mis ausencias,
con la
devanadora que cada tanto
me viste a
nuevo la esperanza antigua.
Un rincón
en el área del destierro,
un estrato
que encima o por debajo
de otra
napa se nutra.
La
realidad, la guerra,
el
armisticio todos los días sellado.
Mi porción
de planeta.
Mi parcela
de sombra.
Y otra vez
este anhelo que florece
simple como
una rosa.
© Teresa Gómez
Me gustó, Teresa.
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