Maíz
Mi madre
atraviesa invisible el alambrado
y se pierde
en el maizal.
No lleva un
vestido vaporoso
tampoco
sombrero.
El sol no
la daña.
Personas y
raíces
se parecen
en estos
lados.
Inclina su
cara
huele el
maíz
lo elige
para nosotros.
Comemos de
su mano
los granos
como
pájaros.
© Washington Atencio
Bienvenido Was a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, un abz, Gus.
ResponderEliminarHermosura!!
ResponderEliminarFlora levi
Bella imagen de la madre alimentando a sus pichones, no solo será alimento para el desarrollo físico, si no tb para el alma
ResponderEliminarFELICITACIONES POETA
me queda en el alma este poema, bienvendo!susana zazzetti,
ResponderEliminarBienvenido!! Significativo poema, Felicitaciones!!
ResponderEliminarQué bueno, Washington, la imagen de la madre, las personas y las raíces parecidas del lugar. Una mirada distinta, de poeta.
ResponderEliminarHermosa imagen en esa comparación tan acertada.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Qué hermoso poema. Verónica M. Capellino
ResponderEliminarMuchas veces lo profundo se expresa en palabras simples , como en este poema que es pura belleza y tan sugerente con esa imagen tan propia del amor, que es el dar alimento.Gracias!!
ResponderEliminarJuany Rojas