CIELO DE
SOL
Te mostré
como es un cielo
entre
montañas
la
ascensión del humo
hasta las
cumbres
cuando
agita el tiempo de la zafra.
Te hablé de
cómo ruge el viento
y la voz se
apaga ondeando lejos
cuando
agosto enciende el valle
y la maloja
pende
sobre la
costra llagada de la tierra.
Una tarde
te enseñé
los tarcos
en el parque,
cómo caen
las flores
sobre el
intenso verde
y sus
veladuras lilas
enturbian
su color
después de
un aguacero.
Pero aquel
valle no era tu valle
ni las
montañas tus montañas.
Adentro de
tus ojos
adentro de
tu boca
no se había
posado aún
la riqueza
de lo visto
ni la
dulzura de nombrar
lo que
sucede
con la
complacencia
del
invierno.
En la
ciudad
espero con
urgencia
el día en
que las palabras
vuelvan a
rozar
la
superficie de las cosas
bajo un
cielo de sol
un camino
sin sombra.
© Guillermo Siles
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