La luz que
hay en tus ojos
Noche
cerrada.
Crujido de
hojas secas
bajo los
pies
sedientos
de aventura.
Susurros de
las sombras.
El vuelo de
algún
pájaro
nocturno
delata de
pronto
su
presencia invisible.
A lo lejos
en la
espesura
una
corzuela joven.
Sus ojos
que la
linterna enciende
tienen un
brillo
casto y
desafiante.
Anudan el
asombro
la inocencia primera
que el
tiempo difumina
con su paso
en los hombres.
Enfrentan
los murmullos
que rondan
la negrura.
Le cuelgan
a la noche
dos
estrellas de plata.
Corzuela de Iberá:
quién pudiera
beber de un
solo trago
la luz que
hay en tus ojos.
Desnudarse de miedos
en la noche cerrada.
© María Magdalena Pascual
No hay comentarios:
Publicar un comentario