Lo que queda
A veces estar sola
es no sumar otra piel
al coliseo.
Pongo a resguardo
la resaca de la suerte
y espero que el mundo
achique su frustración.
A veces estar sola
es solo un espejismo,
con los pájaros atentos
a la tierra regada
y los jadeos
de mis perros angustiados
en otra tarde futbolera.
© Karina Raponi
Foto: Noell-Oszvald
Y si, los domingos a veces...
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