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22/6/19

Texto de Osvaldo Burgos




LO (IM)PORTANTE

El anciano se sentó en el piso y escribió sobre una roca: solo hay cuatro cosas dignas de veneración: a) el principio, b) los cielos, c) la tierra, d) el emperador.

Complacido, el guardián levantó la valla y lo dejó seguir. Nunca entendió lo que Lao-Tzu había escrito.

El principio es venerable en su indeterminación; los cielos en su infinitud; la tierra en su inmensidad; el emperador en su ausencia.

Solo ejerce poder quien se resiste al poder.

Perdido entre los afanes de su vanidad, no hay gobernante que no sea un bufón, un simulacro, una burla.


© Osvaldo Burgos

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