Páginas

22/6/19

Poema de Paulina Vinderman



La soledad puede ser un jardín.
Un jardín salvaje con flores sin sombra
como las del aduanero Rousseau.
Con animales de ojitos redondos como
botones brillosos que irradien inocencia.
¿Por qué hablo de soledad si D. está conmigo?
Porque su presencia está signada por su antítesis,
porque ya es recuerdo.  Un recuerdo nítido
contra el muro silencioso de una iglesia
a la que le robaron la campana.

Dónde está nuestro amor? ¿Se fue a dormir?,
me preguntaré de regreso en mi ciudad de cielo
pálido, corazón pálido.
Está, como la vida, en el hálito de un búfalo
en invierno (para el jefe "Pies negros").
En la breve sombra que atraviesa la hierba
cerca del ocaso. En las luciérnagas
que hieren la noche hasta el poema.

© Paulina Vinderman

7 comentarios:

  1. "En la breve sombra que atraviesa la hierba"bello!!

    ResponderEliminar
  2. "LUCIERNAGAS QUE HIEREN LA NOCHE HASTA EL POEMA"
    Hermoso poema con interrogantes que son afines, felicitaciones
    Patricia Corrales

    ResponderEliminar
  3. Con tosa la belleza iracunda de no poder decir hasta nunca.lo goce mucho.Abarzos

    ResponderEliminar
  4. querida paulina..tu poesía nos enriquece



    maria del mar

    ResponderEliminar
  5. Siempre Paulina, movilizando, desacomodando estanterías como decía Alberto Cortéz, siempre el poema importante, decidor. me gustó mucho. marta comelli.

    ResponderEliminar
  6. "La soledad puede ser un jardín"...¡que bello! Y también la mención de las pinturas de Rousseau.

    ResponderEliminar