21/6/19

Poema de Alicia Márquez





La pobreza huele mal 

Ellas limpian, barren, cambian pañales, 
cocinan, pasean perros, pero huelen mal. 
No pueden ir en el mismo transporte 
que sus patrones. 
Porque, además, algunas hablan guaraní 
y otras hablan muy fuerte y se visten mal, cocoliches. 
Y transpiran. 
Que caminen, que mal no les hace. 
Y que lleguen temprano, que hay mucho que hacer. 
Nosotros las tratamos como si fueran 
de la familia, viste? Pero hay cosas que no. 
Hay cosas que no. 
Seguimos siendo derechos y humanos y no nos olvidamos 
de que todos, en este país, 
somos descendientes de escandinavos. 
Faltaba más.


© Alicia Márquez

6 comentarios:

Blogger Olga Liliana ha dicho...

WOW. Ironía justiciera.

21 de junio de 2019, 23:18  
Blogger Romina R Silva ha dicho...

Terrible ironía, la poesía desarma a los derechos y humanos. Gracias!
Abrazo!

22 de junio de 2019, 16:24  
Blogger Noe ha dicho...

Gracias, Alicia, en el poema las voces de los invisibilizados del sistema. Abrazos!!

22 de junio de 2019, 19:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ironía intensidad y verdad. Que bien lo decís❤
Flora L.

23 de junio de 2019, 17:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

y claro, no se puede oler a rosas cuando se limpia mie...muy bueno!! Gracias Ali
Cariños

Andrea

24 de junio de 2019, 10:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

excelente juego irónico, alguien tiene que hacer el trabajo minetras yo me miro en el espejo juá. muy bien.
Walter Mondragón

20 de julio de 2019, 23:10  

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