13/4/19

Poema de Paulina Juszko




 
Cada noche
añadía una palada al montón de escombros.
Cada mañana
se sentaba encima
posaba para  giocondas.

Cada noche
juntaba sus migajas
para lanzarlas a los cuatro vientos
al otro día.

Antes de acostarse
pulía su cadena y su grillete
para que estuviesen irreprochables
a la mañana siguiente.

Aunque al  dormirse olvidase sus roles
cada mañana
volvía a trabar conocimiento
con la marioneta del espejo. 

Y así
Hasta


© Paulina Juszko

4 comentarios:

Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Cada noche. Y comenzaba de nuevo,

14 de abril de 2019, 9:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Paulina: cuánto decís con ese "cada noche", con ese pulir del grillete y las cadenas, cuánto expresás sobre las máscaras y la esclavitud de no ser dueño del propio tiempo, de resignar la lucidez en pos de la manutención diaria.
Un poema necesario
Irene Marks

16 de abril de 2019, 9:16  
Anonymous susana szwarc ha dicho...

Hermoso poema,y produce montones de imágenes y reflexiones.
besos

20 de abril de 2019, 17:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso poema. Ser esclavo y dueño. Rosa Lía

23 de abril de 2019, 20:47  

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