23/3/19

Poema de Patricio Foglia



THEO

Johanna dice que la pintura es una excusa
para vivir sin trabajar, como lo hacen los vagos,
pero quedate tranquilo,
yo sé que no es así,
todo se va a arreglar pronto,
de una u otra forma, vamos a poder armarte un taller,
en una esquina luminosa, a pocos minutos del campo,
pero eso sí, te pido un favor: dejá de disculparte.
Dejá de disculparte, no es necesario,
soy yo el que está agradecido,
el que destina con alegría una parte de su esfuerzo
para que puedas, en nombre tuyo
pero también en el mío,
observar desde lo alto, como en un sueño,
el amarillo de la campiña y la verdad oculta en los campesinos,
como aquel globo aerostático
que flotó sobre nuestras cabezas,
la tarde en que nos escapamos de casa,
cuando éramos chicos: aquella vez salí corriendo,
tuve miedo del castigo. Pero vos te quedaste,
hasta bien entrada la noche, mirando cómo el sol se iba,
cómo cambiaba el color de cada cosa.
Vincent, hermano, no vuelvas nunca de aquella tarde,
no escuches a nadie, seguí pintando,
no te olvides que sos
nuestra única esperanza.

© Patricio Foglia

2 comentarios:

Anonymous betty badaui ha dicho...

La historia de los dos hermanos hay que recordarla y recordar que a pesar de sus muertes jóvenes dejaron un grandioso legado, uno las pinturas y el otro su buena esencia. Agradezco el poema porque emociona y al poeta por el homenaje.
Betty

23 de marzo de 2019, 15:37  
Blogger mariel monente ha dicho...

Poema que nos rescata Maravilloso

25 de marzo de 2019, 13:34  

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