Poema de Marina Cavalletti
Pan
El calor es
un reptil sin escamas.
Las sábanas
pesan como bolsas de arena.
Las piernas
pierden la batalla, pegajosas elásticas.
Mi
respiración está fuera de compás.
Cierro los
ojos y vuelvo al comedor de la infancia.
Es domingo
y quisiera que mi abuela mi visite en sueños,
que me
regale de vuelta sus besos
y una caja
de corazoncitos Dorins.
Que juegue
con los rulos que me surcan en pelo,
como si
pájaros, como si sus manos miguitas de pan.
© Marina Cavalletti
4 comentarios:
las abuelas que poblaron nuestra niñez con su ternura, y el pan, el pan de la abuela era el más rico.
bellísimo poema.
Abrazo
Elisabet
Que belleza Marina🌺
Hermosura
Hermosura
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