9/1/19

Poema de Verónica M. Capellino



En la casa de Isla negra (*) 

Qué rito el de transponer

Regresé de mis viajes. Navegué construyendo la alegría

el umbral de tu puerta

es una casa tan grande la ausencia
que pasarás en ella a través de los muros

es tan máscaras - pipas - botellas con barcos (cada uno con su fecha
su naufragio),
-tan duro escarabajo y breve mariposa-
multiformes caracoles- mascarones callados-
tanto juguete - tanto guiño-caballo de la infancia
desafiada-
Matilde - su rostro - su mano -
tanta reverenciada cosa

Ay alma mía / hermoso es el planeta (…)
todo lo que se hizo / por la mano del hombre 

es tanta presencia tu ausencia
pero tanta tanta ausencia
que descifrarte el ardor, marinero en tierra,
que comprender en tus regresos   las ausencias

supe, porque sangraba, / que me habían cortado las raíces 

que abarcar  tus amores desde Terusa a Matilde
y  tus lecturas, gran hambriento,
tu pampoesía

Y esto es más fácil que mañana jueves
y más difícil que seguir naciendo

que preguntar con tus preguntas

Piedra en la piedra / el hombre, ¿dónde estuvo?

que medirte la herida

comprendí que a mi pueblo / no le permitieron la vida
y le negaron la sepultura

no caben en tu casa
ni el mundo. 


(*) En cursiva, y en interrelación, versos de poemas de Pablo Neruda 

                                           
©  Verónica M. Capellino                                                                      
                    






3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

bonito verónica, gran trabajo. susana zazzetti.

10 de enero de 2019, 12:22  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Gran observación la tuya. Buen poema.

13 de enero de 2019, 10:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana y Nerina: gracias por su lectura. Abrazo
Verónica Capellino

17 de enero de 2019, 3:42  

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